Rodrigo Hübner, un hombre paralizado que puede controlar un automóvil de la Fórmula 1 con su mente.
La historia de Rodrigo Hübner Mendes comienza hace algunos años, cuando a la edad de 18 sufre un incidente en el que un ladrón le dispara dejándolo paralizado.
Este hecho cambió su vida en diferentes aspectos y desde entonces, Rodrigo Hübner se ha dedicado a hacer campañas que luchan por los derechos de las personas con capacidades diferentes. Incluso en 1994 fundó el Instituto Rodrigo Mendes en Brasil, el cual es una organización no gubernamental dedicada a promover la inclusión social a través del arte y la educación.
Rodrigo es un gran ejemplo de superación, pues su accidente sólo lo hizo una persona más fuerte. En lugar de dejarse vencer por los cambios de su vida, se enfrentó a ellos con mucho poder logrando terminar sus estudios con honores, hacer una maestría en administración de diversidad humana y otras cosas que lo han llevado ha recibir múltiples premios y reconocimientos.
Todo lo que Rodrigo Hübner hace es muy respetable, sin embargo, tiene un proyecto que nos ha dejado anonadados. Se trata de un dispositivo creado por la australiana Tan Le, que funciona como un lector y escáner mental.
Con este dispositivo, Tan y Rodrigo han logrado controlar un auto de carreras de la Fórmula 1 únicamente con la mente. El carro no tiene pedales ni volante; lo único que se utilizan para darle movimiento es a Rodrigo y a su mente.
Para hacerlo utilizan una técnica en la que se crea una interfaz entre el cerebro y la computadora, lo que le permite a Rodrigo controlar la velocidad, las vueltas y el movimiento del carro a través de sus ondas cerebrales.
Al principio fue un proyecto muy desafiante para él, pero una vez que se animó a dar el primer comando que era “acelerar” el carro comenzó a avanzar y el sentimiento de que realmente era él quien manejaba fue algo increíble, así lo describe Hübner.
Con esto nos damos cuenta que los límites entre la mente y una máquina estan siendo superados y sobre todo nos motiva a entender que en este mundo no hay nada que no podamos hacer mientras tengamos la voluntad necesaria.