El deporte de motor y su peculiar forma de celebrar con champagne.
Un pódium no está completo sin un buen baño de champagne, de leche o incluso de agua de rosas.
En el deporte motor, uno de los momentos más esperados por la afición es la celebración arriba del pódium. Es bien sabido que después de la entrega de trofeos los tres primeros lugares festejan agitando una botella de champagne como símbolo de victoria. Pero alguna vez te has preguntado ¿de dónde viene esta tradición?
Se dice que la primera vez que un piloto recibió una botella de champagne, al coronarse como ganador, fue en 1907; en Junio de ese año, se llevó a cabo una exclusiva competencia organizada por el periódico “Le Matin” de Francia. La competencia tenía como objetivo llegar a Paris desde Pekín, debido a la gran distancia, sólo se registraron 5 pilotos. El ganador fue el príncipe Scipione Borghese.
Esa entrega de champagne fue tomada como referencia para seguir otorgando la bebida en las competencia de deporte motor, pero fue 70 años después, en 1967 cuando el piloto Dan Gurney se convirtió en el ganador de las 24 horas de Le Mans que comenzó la locura con esta bebida.
La euforia que esta victoria le ocasionó a Gurney lo hizo agitar la botella de champagne y con ella bañar a su equipo por tan buen trabajo durante el fin de semana. Y no era para menos, ya que con esta victoria se convirtió en uno de los máximos competidores en la historia del automovilismo, con victorias tanto en Formula 1, Indy Car, Nascar y Trans Am. ¡Sin duda supo celebrarlo de una forma muy original!

Se rumora que si uno de los pilotos que compite es menor de edad, se debe tener una bebida sin alcohol pero igual de espumosa, para simular el champagne y dársela en caso de que suba al pódium. Una situación así pasó en Moto GP 2010 en la categoría de 125cc, Marc Márquez comenzaba su camino para ser uno de los pilotos más importantes del mundo y en una ocasión, el español tuvo que celebrar con bebida energizante, pues la categoría no tenía preparada ningín líquido sin alcohol para el.

Otra excepción a la toma de champagne son las carreras realizadas en los Emiratos Árabes Unidos, debido a que en los países islámicos está prohibido tomar alcohol en público, ya que es considerado como pecaminoso. Para la carrera de Abu Dhabi y de Bahréin, a los pilotos de F1 se les da una botella con una bebida llamada “Waard”. Esta bebida está compuesta por destilado de hierbas procedentes de pétalos de rosa, granada y un poco de gas para que haga burbujas y tenga un aspecto parecido al champagne.
A pesar de que cada piloto cuenta con un estilo propio para beber, los pilotos australianos han marcado tendencia en los últimos años. El piloto de Moto GP, Jack Miller tomó champagne de su zapato al conseguir su primer victoria en la máxima categoría de motos. Desde ese día, el también australiano, Daniel Riccardo, adopto esta forma de celebrar que viene de una costumbre de los famosos “Mad Hueys”, oriundos de aquel país, el cual consiste en usar tu zapato o el de algún amigo para llenarlo de alcohol y beberlo hasta el fondo.

Riccardo declaró en una entrevista “Si la champagne está fría, entonces sabe bien. Si está caliente, se mezcla con el sudor, pero el sabor frío mata las cosas malas… así que es delicioso”. El único piloto no australiano en copiar este ritual, fue Valentino Rossi en la carrera de San Marino, justo una carrera después del triunfo de Miller.
Te puede interesar: Rodrigo Hübner controla un auto de la F1 con su mente.
Desde entonces el ritual de la bebida espumosa, se lleva a cabo en cada carrera del mundo, a excepción de las 500 millas de Indianápolis. Antes de esta carrera a cada piloto se le pregunta qué tipo de leche prefieren. Esta tradición fue impulsada por Louis Meyer, quien tras ganar tres veces esta competencia, pidió un brindis con su bebida favorita, leche.
